viernes, 10 de octubre de 2014

Doctrina de la prosperidad; ¿Bendición O Carnada?

“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”
Lucas 12:15

La doctrina de la prosperidad o “movimiento de fe” como se conoce en otros círculos es una corriente que tomo auge en la década de los años 70 en los Estados Unidos, teniendo como principales promotores a famosos “tele evangelistas”.
Esta enseñanza ha sido exitosa ya que viene a ser un paquete que cumple el sueño avaricioso y materialista del corazón del hombre.
La doctrina de la prosperidad muestra a Dios dando prosperidad económica a fieles que dan ciertas cantidades de dinero a ciertos ministerios. Estos ministerios parecen poseer la patente de la doctrina, ya que la siembra debe ser destinada exclusivamente a sus arcas y no a otro ministerio.

Bases de esta doctrina:

Esta enseñanza está fundamentada en cuatro puntos, pasaremos a enunciarlas:
1- ) Dios promete bendecir y enriquecer a todo el que abrace esta interpretación personal.
2- ) El medio de apoderarse de estas promesas es por medio de la declaración o confesión positiva. (Decláralo y recíbelo).
3- ) Reprender espíritus de pobreza o pidiéndole literalmente a Satanás que le devuelva lo que le quitó.
4- ) Y la mayor trampa de esta doctrina es que enseñan que mientras más ofrende más recibirá. La mal citada ley de “siembra y la cosecha” es el eslabón más grande de esta cadena de errores. 

Nunca escuchará a estos maestros mencionar a la viuda pobre, al llamado de Pablo a contentarse sea cual sea la situación, mucho menos a la iglesia de Esmirna y LA REPRENSIÒN DE JESÙS A LA IGLESIA DE ESMIRNA.
“Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico)…” Apocalipsis 2:9

“Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto, Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” 1ra a Timoteo 6:8-10

 
Giezi y la lepra de la avaricia:

“Y él entró, y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿De dónde vienes, Giezi? Y él dijo: Tu siervo no ha ido a ninguna parte. Él entonces le dijo: ¿No estaba también allí mi corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte? ¿Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas?, Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.” / 2da de Reyes 5:25-27

Este es un ejemplo para cada ministro del Señor; es la escena en la que un general sirio llamado Naamàn que padecía de lepra vino a Eliseo siervo de Jehovà para que Dios por medio de él le sanara de aquella terrible enfermedad; Naamàn recibió la sanidad después de un proceso que no viene al tema; aquel sirio agradecido con Eliseo le ofreció presentes, los cuales el siervo de Dios se negó a tomarlos, pues el ministerio es para glorificar a Dios y servirle al prójimo, no para enriquecerse; asi Eliseo despidió a Naamàn pero un criado de Eliseo llamado Giezi es su carrera materialista no iba a dejar pasar la oportunidad de sacar provecho del ministerio y fue donde Naamàn con mentiras para sacarle bienes; una vez concretada su fechoría vino donde Eliseo el cual sin vacilar le anunció el juicio de Dios por su codicia y lo despidió.


Inicios de esta doctrina:

(Tomado de un escrito encontrado en la red)
Las sectas gnósticas "cristianas" eran una gran variedad de grupos cuyos fundadores pretendían tener una revelación especial, un conocimiento místico, o gnosis (conocimiento), reservado a quienes tenían un” verdadero entendimiento”.
El gnosticismo fue la más seria herejía que tuvo que enfrentar el cristianismo primitivo, durante el segundo y el tercer siglo. Era un movimiento vasto y amorfo, tanto dentro como fuera de la Iglesia. Su amenaza fue finalmente derrotada por los cristianos que conocían bien las Sagradas Escrituras.
Remontándonos recientemente, con las ideas y enseñanzas de Phineas  Parkhurst  Quimby se desarrolló la metafísica y parte de las enseñanzas de la Nueva Era. Los esposos Charles y Myrtle Fillmore, basados en estos principios, fundaron la filosofía Unity, y posteriormente Mary Baker Eddy fundó la secta conocida como la Ciencia Cristiana.


¿Cómo llega esto a introducirse en el pensamiento cristiano?

Un pastor evangélico (y metafísico) llamado Essek William Kenyon comenzó a leer los escritos del Nuevo Pensamiento de Quimby, el libro Ciencia y Salud de la Sra. Eddy y las teorías de los Fillmore. Fue Kenyon quien se dio a la tarea de pretender unir estas creencias con el cristianismo. Simplemente sustituyó los términos "confesión positiva" y "visualización" por "fe" y el poder de "nuestra confesión" respectivamente, sanidad  interior. Muchas de las frases comunes que utilizan hoy en día los llamados "maestros de la fe" fueron originalmente empleadas por Kenyon. Frases como "lo que yo declaro eso recibo" y "yo soy un pequeño Dios aquí en la tierra" fueron dichas por este hombre.


Temor al líder de la doctrina y no a Dios:

El autoritario sistema jerárquico que se ha implantado en la Iglesia es una realidad, Usted y yo sabemos el abuso espiritual existente en muchos sectores de la iglesia con estos “súper padres de la fe” que han surgido en los últimos años y que gozan de gran reconocimiento mundial. Hombres que reclaman tener “las nuevas revelaciones” de Dios; han convertido las congregaciones en empresas y a los creyentes en sus súbditos. Sabemos por múltiples testimonios de que estos hombres no aceptan ser amonestados pues ellos reclaman poseer inefabilidad divina. Reclaman ser “padres de apóstoles” es decir los padres de la Iglesia. Hace unos meses atrás un reconocido predicador que por cierto es uno de los grandes promotores de esta herejía dijo que sobre él hay una “unción de decretar juicio contra sus enemigos” y que todos los que se fueron de su congregación iban a aparecer con lepra, cáncer y hasta muertos. ¡QUE EL SEÑOR REPRENDA AL DIABLO!
Todos estos envanecidos son tolerados y hasta aplaudidos por un grupo grande de creyentes. Sus revelaciones, interpretaciones y otros disparates han ocupado el lugar de la palabra de Dios. Y amenazan a todo aquel que refuta sus enseñanzas.


¿Qué pensaban y practicaban  los cristianos primitivos en cuanto a la prosperidad y la pobreza?

“No permitas tampoco que esto turbe tu mente, al ver que los impíos poseen riquezas, y los siervos de Dios sufren. Tengamos fe, hermanos y hermanas. Estamos militando en las filas de un Dios vivo; y recibimos entrenamiento en la vida presente, para que podamos ser coronados en la futura. Ningún justo ha recogido el fruto rápidamente, sino que ha esperado que le llegue. Porque si Dios hubiera dado la recompensa de los justos inmediatamente, entonces nuestro entrenamiento habría sido un pago constante y sonante, no un entrenamiento en la piedad; porque no habríamos sido justos yendo en pos de lo que es piadoso, sino de las ganancias. Y por esta causa el juicio divino alcanza al espíritu que no es justo, y lo llena de cadenas. “ Clemente (150d.C.)


“Los que nunca han investigado respecto a la verdad, ni inquirido respecto a la divinidad, sino meramente creído, y se han mezclado en negocios y riquezas y amigos paganos y muchas otras cosas de este mundo; cuantos, digo, se dedican a estas cosas, no comprenden las parábolas de la deidad; porque han sido entenebrecidos por sus acciones, y se han corrompido y hecho infructuosos. “Hermas (150 d.C.)

“…éstos son los que han sido creyentes, pero se hicieron ricos y tuvieron renombre entre los gentiles. Se revistieron de gran orgullo y se volvieron arrogantes, y abandonaron la verdad y no se juntaron con los justos, sino que vivieron del todo a la manera de los gentiles, y su camino les pareció más placentero a ellos… “ Hermas (150 d.C.)

“Lo que (Cristo) quiere es que desterremos de nuestra alma la primacía de las riquezas, la desenfrenada codicia y fiebre de ellas, las solicitudes, las espinas de la vida, que ahogan la semilla de la verdadera Vida… “ Clemente de Alejandría (195 d.C.)

Yo no deseo ser un rey. No anhelo ser rico. Rechazo toda posición militar. Detesto la fornicación. No soy llevado por un amor insaciable de ganancias [financieras] para hacerme a la mar. No compito por una corona. Estoy libre de una sed excesiva por la fama. Desprecio la muerte. (…) ¡Mueran al mundo, repudiando la locura que hay en él! ¡Vivan para Dios!” Tatiano (160 d.C.)

“Es monstruosidad que una persona viva en lujo, mientras otras viven en necesidad…”Clemente de Alejandría (195 d.C.)

“No tenemos nación alguna en la tierra. Por tanto, podemos desdeñar las posesiones terrenales.”Clemente de Alejandría (195 d.C.)

“…la riqueza puede, sin la ayuda de nada, corromper al alma de aquellos que la poseen y extraviarlos del camino de la salvación.” El describió la riqueza como “un peso de que debemos despojarnos, el cual debemos echar de nosotros como una enfermedad peligrosa y fatal…”
Clemente de Alejandría (195 d.C.)

“Por llevar él poco equipo y estar libre de las distracciones, él puede vencer las dificultades en el camino. Porque es imposible que el rico encuentre este camino, o que persevere en él, ya que se ha rodeado de las ostentaciones reales, o se ha cargado de las riquezas. “Lactancio (304-313 d.C.)

“La avaricia no consiste sólo en la concupiscencia de lo ajeno. Aun lo que nos parece ser nuestro es en realidad ajeno, ya que nada es nuestro, sino que todas las cosas son de Dios a quien pertenecen aun nuestras personas. Si por haber sufrido alguna pérdida caemos en impaciencia, doliéndonos de haber perdido lo que en realidad no es nuestro, mostramos con ello que no estamos libres aún de la avaricia. Amamos lo ajeno, cuando soportamos difícilmente la pérdida de lo ajeno. Quien se deja llevar de la impaciencia, anteponiendo los bienes terrenos a los celestiales, peca directamente contra Dios, pues aniquila el espíritu que recibió de Dios entregándose a los bienes de este siglo...
Tertuliano (197 d.C.)

Hemos comprobado conforme a los escritos sagrados y otros pensamientos de la iglesia primitiva que el afán por riquezas y el materialismo eran vistos como una trampa. HERMANO CUÌDATE DE ESA CARNADA, EL SEÑOR CONOCE NUESTRAS NECESIDADES Y NO FALLARA EN SUPLIRLAS.
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré…
Hebreos 13:5

Se despide en El Señor tu amigo y Hno. David Criollo

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