lunes, 24 de marzo de 2014

El agua tibia, La rana y La Iglesia


Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de las trampas de los que hacen iniquidad.
Salmos 141:9


Amados hermanos y estimados amigos todos, hoy procederemos a pasearnos por lo que creo será un llamado a despertar a los creyentes. Estamos viviendo la época decisiva para la iglesia de Jesucristo; todo para el levantamiento del pueblo de Dios está preparado. Por eso es imperante que cada uno de nosotros examinemos nuestras vidas cuidadosamente y con toda sinceridad delante de Dios. La mundanalidad y la apostasía han sido embates que han dañado mucho a la Iglesia, pero lo más terrible es que esa Iglesia en vez de resistir aquella treta satánica, se ha acomodado para convivir con ello. Y para ilustrar el mensaje quisiéramos que tomáramos un escrito de un experimento científico muy conocido que halle y que le dará un dibujo a su mente del peligro que corre ese pueblo que se adaptó al mundo y a la apostasía.
Leamos el escrito:

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La rana en la olla
Imaginen una cazuela llena de agua, en cuyo interior nada tranquilamente una rana. Se está calentando la cazuela a fuego lento. Al cabo de un rato el agua está tibia. A la rana, esto le parece bastante agradable, y sigue nadando.
La temperatura empieza a subir. Ahora el agua está caliente. Un poco más de lo que suele gustarle a la rana. Pero ella no se inquieta, y además el calor siempre le produce algo de fatiga y somnolencia.
Ahora el agua está caliente de verdad. A la rana empieza a parecerle desagradable. Lo malo es que se encuentra sin fuerzas, así que se limita a aguantar, a tratar de adaptarse y no hace nada más. Así, la temperatura del agua sigue subiendo poco a poco, nunca de una manera acelerada, hasta el momento en que la rana acabe hervida y muera sin haber realizado el menor esfuerzo por salir de la cazuela.
Hasta aquí el escrito
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Quizá usted se estará preguntando que tiene esto que ver con a la Iglesia?
Antes que nada tomaremos a los elementos que forman parte del escrito y lo relacionaremos con los creyentes a fin de ejemplificar el mensaje.

La olla= El mundo
El agua= La apostasía y mundanalidad
La rana= La Iglesia

Adaptados a la mundanalidad
EL deterioro en la vida espiritual de la iglesia es de manera paulatina; nadie se vuelve apostata en dos días, asimismo la protagonista de este experimento poco a poco paso de una tranquilidad inalterable a una muerte lente y con una reacción tardía e inútil.
Observe que a medida que el agua iba aumentando de temperatura ella empezó a notar el cambio, y ya no le era muy agradable; pero en vez de buscar escapar de aquella olla, lo que hizo fue acomodarse al agua hervida.
Esta ha sido la tragedia más terrible que vive la iglesia; pues al pasar de las épocas aquel pueblo apartado del mundo, apegado a la escritura, y firme en sus convicciones, se fue ajustando a la mundanalidad y las múltiples enseñanzas que han torcido el camino de la santidad de los creyentes.
Las prácticas que hace unos 50 o 60 años fueron rechazadas por el pueblo del Señor, hoy se dejaron infiltrar en los púlpitos por aquellos “ministros rana” para ajustar sus convicciones personales y saciar su ego; pues todo aquello lo disfrazan con la escritura y tratan de justificarlo, cuando se les exhorta a abandonar a aquello, responden con el peligrosísimo “ESO NO ES NADA”, quizá para aquella rana que el agua se fuese hirviendo poco a poco no era nada” de que preocuparse. 
A aquel personaje la calentura del agua le provocaba SOMNOLENCIA; asimismo a muchos ministros hoy “EL SUEÑO ESPIRITUAL” los ha infectado; usted los ve gozándose del mundo y lo peor trayéndolo al altar de Dios.
Al final la rana se dio cuenta que aquello no era normal y  cuando intentó escapar ya no tenía fuerzas, su muerte era inminente.

La muerte llegó a aquel personaje sin haber realizado el mínimo esfuerzo por salvar su vida, y TODO CREYENTE QUE ESTÀ SENTADITO EN LA OLLA Y AJUSTANDOSE AL MUNDO Y A LAS MULTIPLES HEREJÌAS MORIRÀN (espiritualmente) y cuando noten que aquello que les parecía normal provocó su tragedia será tarde. Pero hermano DESPIERTA mientras tengas la oportunidad de salir, El Señor quiere sacarte de esa olla donde sin darte cuenta estás atrapado. No seas tú de los que en el día que vienen lamentablemente digan ¡ESTOY HERVIDO!

EL LLAMADO DEL SEÑOR ES
Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.
Efesios 5:14

Se despide en El Señor tu amigo y Hno. David Criollo

SI ESTE ESCRITO TE HA SIDO DE BENDICIÓN COMPÁRTELO.


Dios te bendiga!!!

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