viernes, 17 de octubre de 2014

¿Quiénes son los santos?


San José, San Luís, Santa María, Santo Domingo, San Martín de Porrez, San Pablo, Santa Rosa, San Fernando, San Miguel, San Juan, San Lucas, San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola. Nos acostumbramos hablarde éstos como los santos.

¿Lo son en verdad¿Cuántos santos habrá? Al mirar un almanaque me doy cuenta que haypor lo menos 366 santos. Pero realmente no sécuántos santos hay que han recibido tal título dela Iglesia Católica. Tampoco sé cuántos santos ha nombrado Dios. No obstante, yo sí sé que Dios ha nombrado a más santos que la Iglesia Católica y que su lista no incluye a muchos(como Ignacio de Loyola) que aparecen en lalista católica.

¿Están muertos o vivos?
 Aunque la Iglesia Católica no tiene ni un santo vivo, millares de los santos de Dios viven en nuestro planeta. (Posiblemente usted se encontró con uno de ellos hoy mismo.) Además,Dios tiene millones y millones de sus santos que moran con él en el cielo.


¿Cómo son?
La Biblia dice lo siguiente acerca de los santos vivos —los santos de Dios que habitan la tierra:Ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados[hechos santos], ya habéis sidojustificados en el nombre del Señor Jesús,y por el Espíritu de nuestro Dios(1 Corintios 6.11).Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia,ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades,ni truhanerías, que no convienen, sino antes bienacciones de gracias (Efesios 5.3–4).Como hijos obedientes, no os conforméis a losdeseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir (1 Pedro 1.14–15).Según estos versículos, Cristo ha lavado a los santos de sus pecados y los ha santificado (hecho santos). Ellos se han apartado de la inmoralidad,de la inmundicia, de la avaricia y de la mentira. Encambio, ellos son personas de paz, agradecidas y obedientes a la palabra de Dios. Sus vidas han cambiado. Ahora son santos.

¿Por qué fueron hechos santos?
 Consideremos primero los santos de Dios, los verdaderos santos. Estos santos recibieron su santificación y su justificación en el momento en que recibieron a Cristo como su Salvador personal. Su santidad es el resultado de la obra continua del Espíritu Santo en sus vidas. Acausa de esto, los santos pueden vivir una vida agradable a Dios y llena de buenas obras. Es de suma importancia recordar que sus obras son el resultado de la santidad de su corazón.Y el Dios de paz que resucitó de los muertos anuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptosen toda obra buena para que hagáis su voluntad,haciendo él en vosotros lo que es agradable delantede él por Jesucristo (Hebreos 13.20–21).Por el contrario, los santos de la Iglesia Católica son llamados santos a causa de sus obras. Con sólociertas excepciones (como algunos personajesbíblicos), la Iglesia Católica canoniza a esos individuos que vivieron una vida ejemplar o queen alguna manera han avanzado grandemente lacausa del catolicismo. Algunas de estas personas mancharon sus manos con sangre inocente—por ejemplo, Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (los jesuitas). ¿Con qué propósito fundó Loyola este grupo? Paraavanzar el catolicismo a toda costa y de cualquiermanera. Muchas veces se utiliza la educacióncon el propósito de llevar a cabo su meta. Pero al principio, Loyola y sus jesuitas usaron la burla,el soborno, el engaño, la tortura y aun la muerte.A ellos y a otros les debemos tiempos infames como la Santa Inquisición. ¿Y ahora nos dicen que Ignacio de Loyola fue un santo?

¿Cómo debemos tratarlos?
Nunca debemos olvidar que ellos, sean católicos o de Dios, son sólo humanos. Nosotros sólo debemos orar a Dios. Y sólo Dios merece nuestra veneración, adoración y reverencia.Los santos de Dios se tratan los unos a los otros de igual manera que tratan a cualquier otra persona —con amor y respeto. En vida odespués de la muerte, los santos verdaderos nibuscan ni reciben un tratamiento especial. ¡Yasí debe ser! ¿Por qué? Sencillamente porque no son divinos; son humanos.Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle,y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro lelevantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre (Hechos 10. 25–26).No te harás imagen, ni ninguna semejanza de loque esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, nien las aguas debajo de la tierra. No te inclinarása ellas, ni las honrarás (Éxodo 20.4–5).

¿Qué pueden hacer?
Muchas personas creen firmemente que los santos pueden traer sanidad y hacer otros milagros. Otras personas piensan que al faltarles a los santos poder para hacer algo,entonces ellos pueden pedirle a Dios un favor por alguien que aún está en la tierra. Lo cierto es que ellos piensan que Dios estará más dispuesto a conceder la petición de tal persona.Amigo mío, ¡eso no es cierto! Analice bienlos siguientes versículos bíblicos. Note quién es el que intercede con Dios por nosotros. Luego observe lo que hacen los verdaderos santos queya han muerto y que ahora viven en el cielo.¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el queademás está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros (Romanos 8.34).Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro(Apocalipsis 19.1). ¿Qué pueden hacer los santos? En esta vidaellos no tienen ningún poder especial en símismos. Después que ellos mueren no puedenhacer nada por uno. Absolutamente nada.Estimado amigo, ponga su confianza en Cristo.

¿Qué quiere decir “ser santo”?
En la respuesta que aparece a continuación,por favor, note la parte nuestra y la parte de Dios.En la Biblia, algo santo es algo apartado del uso común para un uso sagrado. Una persona santaes separada de todo pecado para servir a Dios en santidad. Entonces nuestra parte incluye la decisión que nos hace separarnos exclusivamente para Dios. Eso quiere decir que ahora es Dios el que nos guía. Ahora él es nuestro Señor.Nosotros vivimos con el propósito de agradar y obedecer a Dios en todo.La parte de Dios es purificarnos y limpiarnos del pecado. Dios nos santifica en el momento en que recibimos a Cristo como nuestro Salvador personal. Y esta santificación continúa mientras permitimos que Cristo sea el Señor de nuestras vidas. Sólo por medio de esta obra de Dios podemos ser santos. Y sólo de esta manera podemos agradar a Dios.Los santos de hoy en día han consagrado y dedicado sus vidas a Dios. No viven parasí; viven para Dios. Ellos se han apartado de lo malo y siguen lo bueno. Y si acaso pecan,entonces ellos se arrepienten pronto y buscan la limpieza que Dios ofrece gratuitamente a todos.El que es santo es íntegro, honrado y justo.

Entonces, ¿quiénes son los santos?
Ellos son hombres y mujeres comunes con un propósito más alto que lo común. Los santos verdaderos buscan agradar a Dios en todas las áreas de sus vidas. Estas personas viven unavida santa ante Dios a causa del poder de Cristo que actúa en sus vidas. Día tras día sus vidas reflejan la justicia, la piedad y la pureza de Dios—y todo esto por medio de la obra redentora y santificadora de la sangre de Cristo.Los santos viven una vida apartada del pecado y consagrada al servicio de Dios. Porsupuesto, ellos no viven apartados del mundo corporalmente. El propio Cristo oró: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” (Juan 17.15). Así que sus metas, sus placeres, su manera de comportarse, sus vidas—todo es para Dios. Dios ha transformado sus vidas. Ahora ellos viven separados del mundo de forma espiritual y moralmente. ¡Son nuevas criaturas! ¡Son cristianos! ¡Son santos!Cristo derramó su sangre y murió para pagarel precio de nuestro rescate. Cualquier personaque recibe a Cristo como su Salvador y su Señor está apartada de lo común y consagrada a lo santo. Ese individuo pertenece sólo a Cristo.Eso quiere decir que no vive para sí, no vive para el mundo, no vive para el pecado, no vive para el diablo. ¡Vive para Dios! De esta manera es una persona apartada. Ahora pertenece aDios y a la compañía de los santos.* * *Amigo mío, tal vez usted ha tenido mucha confianza en los santos de la Iglesia Católica. Esa confianza no puede tener un fundamento seguro... porque es un fundamento falso. Ponga su fe y su confianza en Cristo.Recuerde que usted mismo puede ser uno de los verdaderos santos. Someta su vida al señorío de Cristo. Apártese para Dios. Permita que él le cambie y le santifique. Dios está dispuesto a perdonarle sus pecados y limpiarle de toda maldad.


Autor Marcos Roth

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